A veces, es difícil identificar los sentimientos guardados muy en el fondo del baúl del corazón, sin darte cuenta, y desde sabe cuánto tiempo, has caído en un mar de confusiones, muchos de los días han perdido, particularmente, ese sabor que en tiempos pasados, te endulzaban la existencia, aparentemente tienes todo para disfrutar de una vida feliz, y de pronto descubres que te has sorprendido sonriéndole a las personas por mera educación, o lo que es peor, mostrándoles tu lado gris.
Algunas de las cosas que antes te llenaban, hoy no son suficientes, y hasta el error más diminuto es suficiente para hacer estallar la bomba que llevas dentro.
Aún no has descubierto el origen de tu mal, supones que es la rutina, o quizás el costal del pasado que no te habías preocupado por vaciar, no lo sabes aún, lo que sí sabes, es que ha llegado el momento de entrar en acción para retomar las riendas de tu vida y de tus sentimientos, que, durante algún tiempo te ha sido más práctico evitar; y no lo harás por tu padres, ni tampoco por tu pareja, no lo harás por tus amigos, tampoco por tus hermanos, ni siquiera por tus hijos, lo harás únicamente por ti, y en consecuencia, las personas que acabo de mencionar y aún otras, se verán indirectamente beneficiadas, así, sin siquiera notarlo.
La vida en ocasiones te transforma de maneras muy extrañas, y te cuesta tiempo y esfuerzo, y sobre todo, valor, para descubrir el porqué.
Caminas día con día la ruta usual, hasta que llega el momento que lo haces hasta con los ojos cerrados.
A partir de hoy eres consciente que es momento de descubrir lo que hasta ahora, sin saberlo, ha sido una incógnita, felicidades por eso, porque solo los valientes se atreven, quizás no sea fácil, y tampoco será rápido, pero debes saber que al final de esa búsqueda, tu existencia y la de los tuyos se transformará en lo que todos buscamos diariamente: felicidad.
Algunas de las cosas que antes te llenaban, hoy no son suficientes, y hasta el error más diminuto es suficiente para hacer estallar la bomba que llevas dentro.
Aún no has descubierto el origen de tu mal, supones que es la rutina, o quizás el costal del pasado que no te habías preocupado por vaciar, no lo sabes aún, lo que sí sabes, es que ha llegado el momento de entrar en acción para retomar las riendas de tu vida y de tus sentimientos, que, durante algún tiempo te ha sido más práctico evitar; y no lo harás por tu padres, ni tampoco por tu pareja, no lo harás por tus amigos, tampoco por tus hermanos, ni siquiera por tus hijos, lo harás únicamente por ti, y en consecuencia, las personas que acabo de mencionar y aún otras, se verán indirectamente beneficiadas, así, sin siquiera notarlo.
La vida en ocasiones te transforma de maneras muy extrañas, y te cuesta tiempo y esfuerzo, y sobre todo, valor, para descubrir el porqué.
Caminas día con día la ruta usual, hasta que llega el momento que lo haces hasta con los ojos cerrados.
A partir de hoy eres consciente que es momento de descubrir lo que hasta ahora, sin saberlo, ha sido una incógnita, felicidades por eso, porque solo los valientes se atreven, quizás no sea fácil, y tampoco será rápido, pero debes saber que al final de esa búsqueda, tu existencia y la de los tuyos se transformará en lo que todos buscamos diariamente: felicidad.
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