Intempestivamente me abordó un pensamiento...
¿De qué estoy hecha si no es de defectos y virtudes?, y es que esos defectos y virtudes vienen de raíces echadas desde la personalidad de dos seres completamente diferentes, que unidos o por caminos separados, marcan inevitablemente nuestras vidas. Se preguntarán a quién me refiero cuando digo "dos seres" y no podría referirme a nadie más sino a mis padres.
Ocasionalmente los hijos nos encaprichamos en reconocer sólo lo adverso que nuestros progenitores nos han incrustado pero ¿acaso no somos todos los humanos que habitamos este mundo seres de aprendizaje? seres que con el tiempo y las vivencias vamos forjando nuestra sabiduría, nuestra inteligencia, nuestra esencia, y no por eso se nos educa con menos amor, con menos ímpetu, con menos ahínco.
Con estas letras no me voy a ensañar en las negativas, solamente expresaré mi gratitud hacía su labor, y es por eso que desde lo más profundo de mis sentimientos les quiero agradecer por hacer de mí una mujer de bien, una mujer fuerte que aún con mis debilidades siempre guardo el impulso necesario para caminar de frente y erguida, por hacerme ver que la vida de forma organizada simplemente es mejor, por enseñarme que la lealtad y el amor para con las personas es una de las virtudes más grandes, por forjar de mi personalidad un semblante de batalla, de fuerza y de entrega.
Muchas gracias por estar ahí, porque aún y en la desolación siempre he sentido su mano sobre mi hombro, esa mano que me levanta, que me anima a elevar la mirada más allá del infortunio sabiendo que la vida es así: a desnivel.
Gracias por inculcarme que la gratitud y el perdón no son valores que engrandezcan a otros sino a nuestra propia alma y que la generosidad para con los demás es una luz que hace brillar el espíritu propio.
Gracias por hacerme saber que la fuerza, el amor y la omnipotencia de Dios es infinita y que la vida es un baile que hay que disfrutar.
Gracias por hacerme saber que la fuerza, el amor y la omnipotencia de Dios es infinita y que la vida es un baile que hay que disfrutar.
Por eso y por muchas cosas más: ¡gracias por la vida, gracias por compartir, gracias por estar!.
Comentarios
Publicar un comentario