Y si me dieran a escoger entre el vaivén de las revoltosas mariposas y el acelerado palpitar del corazón, no habría asunto qué pensar, y es que sin dudar, escogería lo segundo sobre lo primero, por siempre y para siempre.
Porque para expresarnos no solo existe la palabra, en ocasiones las letras nos abren un camino de expresión único que nos lleva a descubrir cosas inimaginables de nuestro interior. Vive, siente, escribe ...