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TRES COSAS

 Abril 16, 2024. Hay tres cosas que deseo… Pienso en ti. Estoy en pausa frente a la luz roja, y mis ojos muy fijos hacia la nada conectan súbitamente con mis recuerdos, dos segundos pasan para darme cuenta que hay tres cosas que ya no puedo hacer, mi corazón se acelera y de pronto, le toca el turno a la luz verde, giro mi cabeza hacia la recta que me dirige a cualquier lugar, mientras que mi mente se quedó pausada en mis pensamientos de la luz roja.  Poco a poco, cada una de esas tres cosas, se fueron individualizando, tomaron forma, lentamente mi mente las fue acomodando en el capítulo del “no más”, volteé la mirada hacia mi lado derecho en donde estaba mi compañera de viaje y muy sutilmente y con voz tenue le dije: “tengo ganas de platicar con el abuelo y es algo que ya no podré hacer más”, ella, con toda la empatía que su pequeño ser me puede dar, me dijo: “no llores”, y sus ojos conectaron con los míos. Regresé a mi centro, sin ignorar esas tres cosas. En ocasiones, vivo m...
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Lugares

La vida se trata de buscar, de explorar, de encontrar, de ir más allá... Las posibilidades son infinitas; los encuentros más íntimos y amorosos puedes llegar a encontrarlos en lugares nuevos y desconocidos en compañía de las personas indicadas, y es así, como la magia sucede.  La conexión emerge desde lo más profundo del corazón recorriendo cada centímetro de tu cuerpo, tu cara se llena de contento y tus labios, dejan entre ver tus dientes sonrientes. Esos lugares te invitan a mirar con el corazón, para después, sentir; sentir profundamente amor incondicional, plenitud, gratitud, paz, gozo, felicidad, ternura y cualquier sentimiento capaz de poner en alto los momentos maravillosos de la vida en esos lugares que, quizás, jamás pensaste encontrar. Cientos de caminos aguardan para que los recorras tomado de la mano de aquellas personas capaces de recorrerlos contigo, siempre habrá alguien que, amorosamente lo hará, y juntos, podrán mirar, esos lugares, con los mismos ojos y desde la m...

Cuando la tierra se paró

Cuando la tierra se paró, no hubo forma humana entre sus mares, sintió el regocijo de la quietud, siempre caminando entre sus propios aires de claridad absoluta sin rastro de aquel mal que por tanto tiempo la había acechado. Cuando la tierra se paró, no dio tregua a la multitud para decidir, pues, tenían ahí, frente a sus ojos, la única alternativa. Cuando la tierra se paró, miraste por primera vez la claridad de los ojos que por mucho tiempo ya te habían mirado a ti, sujetaste el dolor de lo necesario como lo que siempre fue: algo importante; y a la vez, abrazaste con más ahínco lo que siempre habías tenido. Cuando la tierra se paró, deseaste, deseaste mucho, deseaste todo y a la vez nada, imaginaste el futuro como un incierto que, aún y con la posibilidad de tocarlo, se te escapaba de las manos rápidamente. Cuando la tierra se paró, quizás, solo quizás, volviste a nacer. LMM

Sigue caminando

Siempre creí en mis sueños, en cómo es que las cosas “debían” ser, cómo es que después de la “a” sigue la “b”, que “después de la tempestad viene la calma”, y que 1 y 1 son 2. Un día… aparece aquella singular fachada contorneada con pinceles en diversos tonos, con sombras peculiares y destellos que me indican lo contrario. Ella, petulante, asume que las cosas nunca son como deben ser, que después de la “a” sigue la “e”; que después de la tempestad no siempre viene la calma, y que 1 y 1, también pueden ser 11. No me molesto por lo anterior, vendo mis ojos y sigo el camino que me indica mi núcleo sabiendo que nada más importa, que las particularidades deben ser ignoradas porque mi sentir es mucho más fuerte. Pasa el tiempo y la neutralidad aún no se manifiesta, la montaña rusa no cede, pues se aferra a estar en constante movimiento y mi estómago está a punto de colapsar; quizás no fui lo suficientemente precavida para evitar el mareo que causa tal ajetreo. ...

El diario de una gelatina

Existe un hombre de cierta edad que vive felizmente en una casa estilo francés en una linda colonia un tanto antigua, de singulares avenidas, y repleta de frondosos y coloridos árboles.  Últimamente ha tomado un gusto muy particular por crear, nocturnamente, ya sea de forma manual o utilizando algunos de los muchos instrumentos de cocina que se encuentran muy a su disposición, coloridas, radiantes y circulares preparaciones sólidas, saborizadas y coloreadas con aromas e ingredientes diversos que salen de una pequeña cajita y a su vez, de un pequeño empaque cuadrado de papel. Tranquilamente le cuenta a su compañera cuando tiene intenciones de comenzar con sus preparativos, en ocasiones, sin decir nada, simplemente se dirige hasta la cocina y se pone manos a la obra, el sonido de la batidora lo delata, entonces ella se percata de lo sucedido en la planta baja de aquella casa y piensa: ¿ahora de qué sabor la irá a preparar? ya que en la alacena se guardan gran cantidad d...

Quiero ser un copión.

Hay personas a las que no les gusta que las etiqueten como "copionas", pues, vivimos en un mundo en donde todos queremos ser originales, imponer; ser copiados más no copiones. ¿Saben? ojalá todos fuéramos unos copiones, sí, unos completos copiones. Pero de personas admirables, de personas que han aportado con sus actitudes y acciones, más valor a nuestro mundo y a nuestra sociedad. Qué increíble sería que alguien te dijera que eres un copión de tu amigo al que le gusta hacer caridad, o que eres un copión de la persona que sigues en Instagram que se come los libros con el objetivo de cada día saber más, copión del desconocido que ayudó a una anciana a cruzar la calle, copión de la amiga que disfruta de hacer ejercicio, copión de todas aquellas personas que buscan a diario enriquecer su persona, su vida y la de los demás con cosas positivas, ojalá de verdad, todos llegáramos a serlo, porque definitivamente este mundo, sería otro. 

Tiempo

A través de mi vida, he sido capaz de mirar con otros ojos lo que antes miraba casi de forma fugaz, sin darle la importancia que se merece, sin darme cuenta verdaderamente, el precio incalculable de algo intangible, pero en sumo grado valioso, algo que en un abrir y cerrar de ojos, se escapa de a momentos, para nunca más volver: el tiempo. Los segundos, tal vez, para muchos, son nada, son un puñado de diminutos instantes que, no tienen ningún significado, ningún propósito, y bueno… ¿qué más da? arrojarlos por el borde de lo perdido e insignificante, cuando en nuestro diminuto existir tenemos falsamente la certeza de que, en lo futuro, contaremos con muchos más; quizás tengas esa maravillosa buena fortuna, quizás no. El tiempo desenvuelto en momentos… segundos en los cuales podemos sentir como nuestra, la risa inundada de felicidad de nuestros hijos, las largas platicas con amigos que nos reintegran al camino, el maravilloso tiempo bebiendo una taza de café con nuestros...